(III) La tienda
TIP Muebles es un ejemplo a nivel nacional de producción y apoyo comunitario. Aquí termina el ciclo de producción forestal, con la venta de productos terminados, certificados FSC.
Estos muebles son el producto final del trabajo conjunto de las comunidades de la Sierra Norte y Sur de Oaxaca, en el que las mujeres son protagonistas centrales.
Al frente de la marca comercial TIP Muebles, se encuentra también una joven de quien te compartimos su historia: La Licenciada en Administración, Lennis Pérez López es originaria de San Miguel Amatlán, uno de los ocho Pueblos Mancomunados de la Sierra Norte de Oaxaca. Estudió la carrera en la Ciudad de Oaxaca y actualmente es Gerente de Ventas de las tiendas TIP Muebles.
“Antes no había gerentes mujeres ya que desconfiaban de nosotras, no creían que fuéramos capaces de desempeñarnos en este sector sobre todo tomando el liderazgo. Ahora es diferente, ahora nos valoran por nuestras capacidades. Por ejemplo, en la industria de muebles el trabajo más detallado se les da a las mujeres, como pulir los muebles o el control de calidad. En otras ocasiones, ha habido casos que de la fábrica se han ido a las oficinas porque los gerentes han visto sus capacidades.”
Sus palabras muestran una realidad que poco a poco va siendo distinta para las mujeres oaxaqueñas, quienes por mucho tiempo estuvieron limitadas al trabajo en la casa, al cuidado de la familia.
Lennis empezó a trabajar en la empresa de Pueblos Mancomunados colaborando en proyectos especiales y en ventas. Esta experiencia de atención y trato con los clientes le gustó mucho y descubrió su enorme vocación por las ventas, que para ella fue una grata sorpresa, gracias a su paciencia y creatividad.
Considera que el reto más grande en TIP Muebles es negociar con las comunidades, mantenerlas felices y también impulsar las ventas en las tiendas, pero ella cuenta con la experiencia para acercar a los dos mundos y así atender a las necesidades de las comunidades y por otra parte desarrollar la estrategia comercial.
Ella piensa que la posibilidad de generar ganancias económicas para las comunidades, junto con la creación de empleos para los jóvenes, evitando la migración a otras regiones, es la mejor motivación para desempeñar su trabajo con entusiasmo, convicción y orgullo.
Lennis es un ejemplo de cómo la oportunidad de trabajar en la empresa comunitaria, le permitió cambiar su destino: “Antes era más difícil porque las mujeres se casaban y no estudiaban, ahora tienen oportunidades en la comunidad igual que los hombres. Cuando tuve a mi hijo regresé a mi pueblo pero extrañaba trabajar y estar en la ciudad. Me acostumbré a tener una vida activa.”
A diferencia de muchos amigos que dejaron la comunidad, ella puede combinar sus actividades, desarrollarse profesional y personalmente y contribuir al desarrollo de su propia comunidad.
Como todos en la comunidad, está muy consciente de la importancia de contar con la certificación FSC: “La certificación FSC es un proceso complejo y es por eso que habla bien de nosotros y de la comunidad y al final ayuda a los bosques, que son nuestro recurso más preciado. El estar certificados nos reconoce como comunidad y como empresa. Económicamente, las ganancias llegan directamente a la comunidad, y generan empleos. Debemos estar muy atentos a eso, ya que la certificación va a ser la tendencia para todos aquellos que estén en la industria.”