Según especialistas consultados por medios como EL PAÍS y El Sabueso de Animal Político, si bien es difícil prever el momento exacto en que la ciudad podría enfrentarse al llamado "Día Cero", la situación de escasez es real y requiere acciones urgentes. En este artículo, exploraremos cómo la conservación de nuestros bosques puede contribuir significativamente a garantizar un suministro hídrico sostenible para Ciudad de México.
Expertos en educación ambiental, como Gabriela Jiménez Casas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coinciden en que prever el "Día Cero", el momento en que una ciudad se quedaría sin agua, es una tarea compleja y poco precisa. Sin embargo, la situación actual del sistema Cutzamala, que proporciona el 18% del agua potable de la ciudad, es motivo de preocupación. Este sistema se encuentra a tan solo un 38.5% de su capacidad, lo que representa un nivel históricamente bajo.
El "Día Cero" se refiere al momento en que una ciudad no puede satisfacer plenamente sus necesidades básicas de agua, y aunque las estimaciones sobre su llegada varían, la reducción en el suministro de agua en Ciudad de México es una realidad. Diversos factores, como la falta de lluvias, la sequía y el cambio climático, están exacerbando esta situación.
En este contexto, la gestión sostenible de los bosques en su forma de manejo forestal responsable emerge como una solución clave. Según estudios de fundaciones como The Social Water y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, los bosques desempeñan un papel crucial en la regulación del ciclo del agua, actuando como verdaderos guardianes de este recurso vital. La vegetación forestal ayuda a capturar y filtrar el agua, recargando los acuíferos y manteniendo la calidad del agua en ríos y arroyos.
Investigaciones realizadas por medios como The Conversation han demostrado que en otras partes del mundo, como Ciudad del Cabo en Sudáfrica, la amenaza del "Día Cero" ha sido una realidad. Sin embargo, medidas adecuadas de gestión del agua y la llegada de lluvias han evitado su materialización hasta el momento.
De acuerdo con el periódico Reforma, ante el desabasto de agua potable en el Valle de México, el Gobierno federal está tomando medidas concretas. Recientemente, se emprendió la búsqueda de agua en los terrenos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y en el municipio de Zumpango, Edomex. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) adjudicó la construcción de tres pozos en terrenos del AIFA, que producirán aproximadamente 150 litros por segundo, una fracción mínima del abastecimiento total en la Zona Metropolitana. Estas acciones, aunque representan una parte mínima de la demanda total, buscan abordar la escasez de agua y garantizar el bienestar de la población.
En conclusión, la gestión sostenible de los bosques es una herramienta poderosa para abordar la escasez de agua en Ciudad de México. Al proteger y restaurar nuestros bosques, no solo estamos salvaguardando la biodiversidad y mitigando el cambio climático, sino que también estamos asegurando un suministro hídrico seguro y sostenible para las generaciones futuras. Es crucial que tanto el gobierno como la sociedad civil tomen medidas urgentes para promover el manejo forestal responsable como estrategia de conservación de los bosques y los servicios ecosistémicos hidrológicos para garantizar un futuro con agua para todos.
PROTEGEMOS Y GARANTIZAMOS RECURSOS HÍDRICOS EN TODO EL MUNDO A TRAVÉS DEL MANEJO FORESTAL SOSTENIBLE
El acceso al agua es uno de los derechos humanos más básicos y es esencial para la supervivencia humana. No obstante, debido a la pobreza o a una infraestructura deficiente, millones de personas, principalmente niños, mueren cada año de enfermedades relacionadas con un suministro inadecuado de agua, y saneamiento e higiene deficientes.
Los bosques desempeñan un papel fundamental en el ciclo hidrológico al estabilizar el clima, generar lluvia y proporcionar cuencas hidrográficas. Cada vez más, la escasez de agua es el meollo de crisis y conflictos, acelerada por el cambio climático y un incremento de la población y del consumo.
Al garantizar las funciones forestales básicas, la certificación FSC desempeña un papel positivo en el manejo sostenible del agua, colaborando a cumplir la meta 6 de agua limpia y saneamiento. Con su enfoque en el ecosistema, los bosques certificados FSC contribuyen a lograr un uso del agua eficiente y sostenible, a un manejo integrado del agua y a la protección de los ecosistemas relacionados con el agua. El FSC exige la protección y restauración de las “corrientes y cuerpos de agua naturales, las zonas de ribera y su conectividad”. Además de que los silvicultores están obligados a “evitar los impactos negativos en la calidad y cantidad de agua, y mitigar y reparar los que se produzcan.”
A través de diversos requisitos, el FSC contribuye indirectamente los requisitos para capacitar a los trabajadores forestales para maniobrar maquinaria cercana a las vías fluviales, manejo de desechos y construcción de caminos forestales. Además de estos requisitos, los cuales son válidos para todos los titulares de certificados FSC de manejo forestal, también existen requisitos particulares para administradores forestales que usan la certificación FSC como evidencia específica para pagos por concepto de servicios del ecosistema, incluyendo los servicios de las cuencas hidrográficas. Éstos contribuirán aún más a cumplir el Objetivo 6.
Requisitos de manejo forestal FSC y características FSC que contribuyen a alcanzar el objetivo 6 de agua limpia y saneamiento:
- 6.7 La Organización deberá proteger o restaurar las corrientes y cuerpos de agua naturales, las zonas de ribera y su conectividad. La Organización deberá evitar los impactos negativos en la calidad y cantidad de agua, y mitigar y reparar los que se produzcan.
- Principio 2: Derechos de los Trabajadores y Condiciones de Empleo. La Organización deberá mantener o mejorar el bienestar social y económico de los trabajadores.
- Principio 5: Beneficios del Bosque. La Organización deberá manejar de forma eficiente el rango de múltiples productos y servicios de la Unidad de Manejo para mantener o mejorar su viabilidad económica a largo plazo y toda la gama de beneficios ambientales y sociales.
- Principio 7: Planificación del Manejo. La Organización deberá contar con un plan de manejo acorde con sus políticas y objetivos y proporcional a la escala, intensidad y riesgo de sus actividades de manejo. Este plan de manejo deberá implementarse y mantenerse actualizado basándose en la información del monitoreo, con el objetivo de promover un manejo adaptativo . La planificación asociada y la documentación sobre los procedimientos deberán ser suficientes para orientar al personal, informar a los actores afectados e interesados y justificar las decisiones de manejo.
- Principio 10: Implementación de las Actividades de Manejo Las actividades de manejo realizadas por o para la Organización en la Unidad de Manejo se deberán seleccionar e implementar en concordancia con las políticas y objetivos económicos, ambientales y sociales de La Organización y conforme a los Principios y Criterios en su conjunto.