La Comunidad Ixtlán de Juárez, ubicada en la Sierra Norte de Oaxaca, destaca como un modelo de organización comunitaria y manejo forestal responsable. Con una superficie comunal de 19,310 hectáreas, esta comunidad ha desarrollado un sistema de gobernanza basado en la Asamblea de Comuneros y el Tequio, formas tradicionales de trabajo colectivo que aseguran el bienestar común y la conservación de los recursos naturales.

Desde 1940, Ixtlán ha pasado por diversas etapas en su aprovechamiento forestal. En 1988, la comunidad estableció la primera unidad forestal de producción y empresas comunales, fortaleciendo su capacidad para gestionar y aprovechar sus recursos de manera sostenible. La comunidad, conformada por 522 comuneros, se rige por un sistema de cargos que refuerza su identidad indígena y autonomía. Este sistema incluye trabajos colectivos conocidos como Tequios, y actividades culturales que preservan sus tradiciones y costumbres. En la operación de las empresas comunales, los trabajadores son contratados y reciben salarios y prestaciones, combinando lo social y lo empresarial en su modelo de gestión.

Ixtlán de Juárez
©Alina Santiago/Ixtlán de Juárez

La primera empresa comunal, la "Unidad Comunal Forestal Agropecuaria y de Servicios", fue establecida en 1988 y en 2008 se diversificó para formar la "Unión Forestal Santo Tomás Ixtlán S.P.R. de R.I.", que se dedica a la cosecha, extracción y comercialización de madera, con una capacidad de producción de 17,000 m³ anuales. En 2013, se creó la "Productora Comunal de Muebles Ixtlán S.P.R. de R.I." con el objetivo de fabricar muebles en serie para el hogar, la oficina y el sector escolar, generando aproximadamente 60 empleos directos.

La certificación del FSC ha sido fundamental para Ixtlán, fortaleciendo sus procesos internos y consolidando una visión de aprovechamiento sostenible. La certificación ha garantizado prácticas de conservación y manejo responsable del bosque. Esto incluye la prohibición de caza y extracción sin autorización, y la protección de mantos acuíferos y especies en peligro de extinción.

Ixtlán aserradero
©Alina Santiago/Ixtlán de Juárez

La comunidad también ha implementado medidas específicas para proteger y promover la biodiversidad. Entre estas medidas se encuentran trabajos de reforestación, mantenimiento de suelos y cuerpos de agua, y la prevención y combate de incendios. Además, se han identificado y protegido áreas de alto valor de conservación.

Contar con la certificación de Cadena de Custodia del FSC ha permitido a Ixtlán comercializar productos certificados provenientes de bosques gestionados de manera responsable. El aserradero, Unión Forestal Santo Tomás Ixtlán S.P.R. de R.I. (UNFOSTI), y la fábrica de muebles, Productora Comunal de Muebles Ixtlán S.P.R. de R.I., cuentan con esta certificación, asegurando que los productos finales mantengan la integridad de origen sostenible. Desde el aprovechamiento de los materiales forestales hasta la producción de muebles, la comunidad ha establecido procesos eficientes de extracción, industrialización y comercialización. En 2005, junto con otras comunidades de Oaxaca, Ixtlán abrió la tienda TIP Muebles® para ofrecer directamente sus productos certificados, logrando un importante reconocimiento en el mercado nacional.

Muebles TIP Ixtlán
©Alina Santiago/Ixtlán de Juárez

La relación de Ixtlán con el FSC ha sido enriquecedora, permitiéndoles fortalecer su organización comunitaria y preservar sus prácticas locales. La certificación ha generado empleos y arraigo en la comunidad. Además, el área de servicios técnicos forestales de Ixtlán trabaja en programas de educación y sensibilización sobre la importancia del manejo forestal responsable, colaborando con escuelas e instituciones en eventos y actividades.

Mirando hacia el futuro, Ixtlán ya está incursionando en el mercado de bonos de carbono, los beneficios recibidos se están reinvirtiendo en la preservación del bosque y la biodiversidad, así como en la realización de alianzas estratégicas con empresas particulares en beneficio de la conservación de la flora, fauna y los recursos hídricos. Además, planean seguir reforzando su identidad cultural e indígena, compartiendo su experiencia con otras comunidades interesadas en la certificación FSC.

"La certificación FSC es una herramienta indispensable para todas las comunidades indígenas, para fortalecer sus procesos internos de preservación y protección de los recursos naturales, respetando la identidad y los usos y costumbres de los pueblos indígenas", es el mensaje de Ixtlán para otras comunidades. La Comunidad Ixtlán de Juárez es un buen ejemplo que muestra cómo el manejo forestal responsable y sostenible es posible, beneficiando tanto al medio ambiente como a la comunidad.

 

Fotografías: ©Alina Santiago/Ixtlán de Juárez