(II) La fábrica de muebles.
Por: Palmira Arnaz
Para muchos de nosotros es importante conocer de qué manera podemos contribuir a mejorar nuestro planeta, apoyar a la sociedad, a las mujeres, a los niños, a proteger nuestras riquezas culturales y naturales, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo.
Es por ello que el consumo responsable resulta una alternativa y una tendencia para los consumidores conscientes. Los productos certificados FSC son un ejemplo de opción para consumidores responsables, preocupados por estos temas.
En el proceso para que estos muebles, con certificación FSC, lleguen a los consumidores responsables, es fundamental la participación de las mujeres, en el corazón de las comunidades oaxaqueñas.
La Productora Comunal de Muebles Ixtlán S.P.R. de R.I. es una empresa forestal comunitaria en donde se fabrican muebles elaborados con madera certificada FSC.
En la actualidad, la mitad de su personal está conformado por mujeres, quienes laboran en distintos puestos y actividades. Esto por sí mismo ya es destacable, ya que en otros tiempos era muy difícil que una mujer trabajara como obrera en una fábrica. Aún en la actualidad en muchas partes de la región se conserva el esquema que tradicionalmente adjudica a las mujeres un lugar en casa, al cuidado exclusivo de su familia.
En esta empresa destaca la historia de la Ingeniera industrial Maribel Paz García, quien se desempeña como Gerente de Producción.
Ella es originaria de la comunidad de Ixtlán de Juárez, Oaxaca. Estudió ingeniería industrial y se graduó en 2004. Durante algunos años se desempeñó como gerente de compras en el supermercado más grande del estado.
A partir del año 2010, decide regresar a la comunidad con la intención de aportar con sus conocimientos y experiencia para su crecimiento y beneficio, iniciando como auxiliar de producción, lo que le permitió adquirir experiencia muy valiosa para desarrollarse personal y profesionalmente dentro de la empresa. Además de estar cerca de su familia y tener una buena calidad de vida, evitando migrar a otras regiones.
Para Maribel, este trabajo representa muchas cosas, entre ellas, la enorme satisfacción de poder ejercer su profesión, el contar con los ingresos justos para aportar en su familia, así como el combinar su carrera con los roles de mamá y esposa de manera exitosa.
Gracias a ella, ahora se ve con normalidad el hecho de que una mujer ocupe un alto puesto directivo en una empresa forestal, cosa que hace apenas unos años era impensable. Esto abre muchas puertas y posibilidades a otras mujeres que, como Maribel, desean estudiar, trabajar y al mismo tiempo aportar en el desarrollo de su comunidad, en la preservación de su cultura y tradiciones, enseñando a los más pequeños con otro enfoque, más incluyente e igualitario, lo que les da mejores opciones de futuro a los integrantes de la comunidad.
Según nos relata, las mujeres actualmente se desempeñan en todas las áreas de la fábrica y existe un ambiente de respeto y apoyo entre todos los compañeros de trabajo, hombres y mujeres.
Maribel disfruta mucho su trabajo, le encanta conocer a la gente en la planta y también le gusta la administración. Considera que esta es una fuente de empleo importante para dar oportunidad a la gente de la comunidad: “Algunos optan por migrar a Estados Unidos y pensamos que si les ofrecemos empleo acá, podemos hacer que se queden en la fábrica y en la comunidad.”
Para la Gerente de Producción es muy clara la importancia de contar con la certificación FSC, al igual que para todos quienes integran a la empresa comunitaria:
“La certificación FSC nos ayuda a que los consumidores entiendan que atrás de los muebles que producimos hay hombres y mujeres que trabajan para sacar adelante su comunidad.
Pienso que cada vez más personas están buscando muebles y productos con certificación, es por eso que nos interesa comunicar lo que hacemos y aprovechar esas oportunidades.
Nosotros ya lo tenemos, ya hicimos lo más difícil que es certificarnos, entonces ahora tenemos que enfocarnos en concientizar.
Si más de nuestros muebles certificados llegan al mercado, podemos generar más empleos y mejor calidad de vida para todos los que habitan en nuestra comunidad.
En la comunidad hay de donde vivir, hay fuentes de empleo, solo nos hace falta aprovecharlas y valorarlas.”