Elige Natural y Certificado FSC
Elegir un árbol de Navidad, ya sea natural o artificial, es una tradición que invita a reflexionar sobre su impacto ambiental. En México, optar por un árbol natural certificado por el Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) no solo embellece nuestros hogares, sino que también promueve prácticas forestales responsables y sostenibles.
Los árboles naturales aportan un aroma fresco y una estética auténtica que muchos consideran esenciales durante la temporada navideña. Además, durante su crecimiento, estos árboles contribuyen a mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono. En México, las plantaciones comerciales de árboles de Navidad conservan aproximadamente 3,000 hectáreas de bosques cada año y generan miles de empleos temporales en comunidades rurales. Por otro lado, los árboles artificiales, aunque reutilizables, están hechos principalmente de PVC y metal, materiales que generan emisiones significativas de carbono durante su producción y pueden tardar hasta 500 años en degradarse. A esto se suma el impacto ambiental del transporte, ya que la mayoría son importados desde China, lo que puede generar hasta 40 kilogramos de dióxido de carbono por árbol durante su traslado.
En el país, existen opciones únicas para quienes buscan un árbol natural certificado FSC. Plantaciones en Villa del Carbón y en el ejido Emiliano Zapata, en Amecameca, Estado de México, destacan como las únicas certificadas en todo el continente americano. Estas plantaciones no solo garantizan una producción sostenible, sino que también apoyan la conservación forestal y el desarrollo de las comunidades locales.
Después de las fiestas, es importante disponer del árbol de forma responsable. En la Ciudad de México y el Estado de México, se habilitan centros de acopio donde los árboles naturales se convierten en composta para mejorar los suelos de bosques y áreas verdes. Además, iniciativas como la del ejido Emiliano Zapata, en el Bosque Esmeralda, ofrecen árboles con raíces que pueden replantarse, permitiendo su uso en futuras temporadas y contribuyendo a la reforestación local.
Optar por un árbol de Navidad natural certificado FSC no solo enriquece nuestras tradiciones, sino que también fomenta prácticas sostenibles y fortalece las economías locales. Al hacerlo, contribuimos a la conservación de los bosques mexicanos y al bienestar de las comunidades que dependen de ellos, transformando nuestras celebraciones en un acto de responsabilidad ambiental.